Leucemia mieloide aguda (LMA): quimioterapia 

¿Qué es la quimioterapia?

En la quimioterapia (quimio), se usan medicamentos fuertes destinados a destruir las células cancerosas. Los medicamentos destruyen células que crecen rápidamente, como las células cancerosas. Algunas células normales también crecen rápido. Por eso, la quimioterapia también puede dañar esas células. Esto provoca efectos secundarios.

¿Cuándo puede usarse la quimioterapia contra la LMA?

La quimioterapia es el tratamiento principal para muchas personas con leucemia mieloide aguda (LMA). No siempre se usa para algunas personas con un determinado subtipo de LMA conocido como leucemia promielocítica aguda (LPA). La LPA suele tratarse con otros tipos de medicamentos.

Si el primer tratamiento con quimioterapia no funciona, el proveedor de atención médica puede aconsejar otro tipo de quimioterapia. Esta podría administrarse en dosis altas como parte de un trasplante de células madre. Depende de varios factores, como la edad, el estado general de salud y si el primer tratamiento funcionó.

¿Cómo se administra la quimioterapia para la LMA?

Se reunirá con un hematólogo/oncólogo antes de iniciar el tratamiento de quimioterapia. Este proveedor de atención médica se especializa en el tratamiento de los tipos de cáncer de la sangre, como la leucemia. Hablará con usted sobre las opciones de tratamiento y lo que puede esperar.

La quimioterapia para la LMA suele administrarse por fases. De este modo, hay más posibilidades de que los medicamentos funcionen bien. Estas son las fases de tratamiento de la LMA:

  • Inducción a la remisión o terapia de inducción. El objetivo de esta fase es destruir rápidamente el mayor número posible de células leucémicas. Se usan medicamentos fuertes y usted está en el hospital durante esta fase. Puede estar allí hasta 6 semanas. Esto a menudo pone la leucemia en remisión. La remisión significa que no se pueden encontrar células de LMA en el cuerpo.

  • Terapia de consolidación (intensificación). El objetivo de esta fase es destruir cualquier célula leucémica restante y mantenerlo en remisión. Se administran dosis altas de quimioterapia en ciclos. El proveedor de atención médica hablará con usted sobre la cantidad de ciclos necesarios.

La quimioterapia puede ser intensa. Es posible que tenga que pasar mucho tiempo en el hospital. Hable con el proveedor sobre lo que puede esperar durante la quimioterapia. Se le harán pruebas para asegurarse de que la quimio está funcionando.

Tratamiento en la fase de inducción a la remisión

Esta primera fase del tratamiento suele iniciarse muy poco después de descubrir que tiene LMA. Es probable que reciba una combinación de medicamentos de quimioterapia. Se usan juntos para aumentar las probabilidades de que el tratamiento funcione. La quimioterapia se administra en la sangre a través de una vía intravenosa. Los medicamentos que reciba y la duración del tratamiento dependerán de factores como la edad, el estado general de salud, las alteraciones genéticas de las células de la LMA (citogenética) y la respuesta del cuerpo al tratamiento.

Es probable que reciba un medicamento llamado citarabina. Se administra en infusión continua durante 7 días. Otro medicamento de quimioterapia, normalmente daunorrubicina o idarrubicina, se administrará durante 3 días. Con este protocolo de 7 días más 3 días, las células leucémicas entran en contacto con los medicamentos en diferentes fases de su crecimiento. Esto significa que se destruirán más células. El proveedor de atención médica también puede añadir otro medicamento.

También puede necesitar transfusiones de sangre durante este tiempo si el recuento de glóbulos baja demasiado. El equipo de atención médica lo vigilará de cerca para detectar efectos secundarios. Hay más probabilidades de que se produzcan efectos secundarios si recibe dosis altas de quimioterapia.

Unas semanas después del tratamiento, se le hará una biopsia y un aspirado de la médula ósea. Esto es para detectar cualquier resto de células leucémicas. Si aún quedan células leucémicas en la médula ósea, es posible que se le administre un segundo ciclo de quimioterapia. Esto se hace para intentar que la leucemia entre en remisión.

Tratamiento en la fase de consolidación (intensificación)

Una vez que la leucemia está en remisión, la siguiente fase del tratamiento es la consolidación. Este tratamiento intenso de quimioterapia se administra en ciclos. Cada ciclo incluye un tiempo de tratamiento y un tiempo de descanso o recuperación.

La consolidación se realiza para tratar de eliminar cualquier célula cancerosa restante. El objetivo de esta fase del tratamiento es mantenerlo en remisión o evitar que el cáncer reaparezca (prevenir la recaída). Es posible que reciba dosis más altas de quimioterapia durante varios días. Esto se repetirá una vez al mes durante unos meses. Otra opción puede ser la quimioterapia en dosis muy altas junto con un trasplante de células madre.

¿Cuáles son los efectos secundarios más comunes de la quimioterapia?

Con los medicamentos para la quimioterapia se atacan y destruyen las células que se dividen rápidamente, incluidas las células cancerosas. Estos medicamentos también pueden afectar las células normales que crecen con rapidez. Entre ellas, se encuentran las células pilosas, las células que recubren la boca y la garganta, y las células de la médula ósea, donde se producen los glóbulos nuevos. Los efectos secundarios de la quimioterapia son diferentes en cada persona. Suelen desaparecer con el tiempo una vez finalizado el tratamiento.

En la LMA se administran dosis altas de quimioterapia. Esto a veces puede producir efectos secundarios graves.

Los efectos secundarios a corto plazo más comunes de la quimioterapia para la LMA incluyen lo siguiente:

  • Caída del cabello

  • Infecciones por niveles bajos de glóbulos blancos

  • Fácil aparición de moretones o hemorragias por niveles bajos de plaquetas en la sangre

  • Cansancio por niveles bajos de glóbulos rojos

  • Llagas en la boca

  • Pérdida del apetito

  • Náuseas y vómitos

  • Diarrea

  • Cambios en la piel y en las uñas

  • Inflamación de la membrana que cubre el ojo y recubre el párpado (conjuntivitis)

  • Entumecimiento, hormigueo o dolor en las manos o en los pies (neuropatía periférica)

Algunos efectos secundarios pueden persistir después del tratamiento. El riesgo depende de los medicamentos que se usen. Por ejemplo, en algunos tipos de quimio se dañan los riñones, el hígado, los testículos, los ovarios, el cerebro, el corazón o los pulmones. Los proveedores de atención médica intentan limitar este daño mediante pruebas para vigilar de cerca la forma en que el cuerpo responde a la quimioterapia. Hay medicamentos que causan problemas para tener hijos en el futuro (problemas de fertilidad) o que pueden aumentar el riesgo de padecer otros tipos de cáncer más adelante. Estos riesgos deben compararse con los beneficios que aportan estos medicamentos en el tratamiento de la LMA.

Asegúrese de informar al equipo de atención médica sobre todos los efectos secundarios que tenga. Quizás pueda hacer algo para controlar o prevenir los efectos secundarios.

Colabore con el proveedor de atención médica

Es importante saber qué medicamentos usa. Anote los nombres de todos los medicamentos que usa. Pregunte al equipo de atención médica para qué sirve cada uno, cómo actúa y qué efectos secundarios puede tener.

Hable con los proveedores de atención médica sobre los signos a los que debe estar atento y controlar, y cuándo debe llamar. Asegúrese de saber a qué teléfono puede llamar si tiene problemas o preguntas, incluso por la noche, en días festivos o fines de semana.

Puede ser útil llevar un registro de sus efectos secundarios. Escriba cualquier cambio físico, de razonamiento y emocional que tenga. Tener una lista por escrito hará que le resulte más fácil recordar las preguntas cuando concurra a las citas. También les facilitará a usted y a su equipo de atención médica colaborar en el armado de un plan para controlar los efectos secundarios.

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